23 de septiembre de 2014

Empezamos...

Esta entrada va dedicada a mi querido Carlos Eduardo, lo prometido es deuda!

Cuándo escuchas la palabra “abogado” o “abogada”, qué viene a tu mente en ese momento? En mi caso, recuerdo a mi papá trabajando los fines de semana, dictándole a su secretaria (qué abusivo!) informes interminables con términos dificilísimos de entender y tenía la impresión que mientras más palabras rebuscadas usara, más impacto tendría ese informe. Contrario a lo que puedas pensar de un estudiante de derecho, a mi no me gustaba “florear” o “llenar” mis exámenes con explicaciones fuera de contexto, de esas que se usan cuando no sabes la respuesta a la pregunta del examen, pero igual necesitabas demostrarle al profe que algo habías estudiado.

Por esa razón, durante los años que ejercí como abogada, me propuse utilizar un lenguaje sencillo en todos mis “escritos” y, cuando me tocó asesorar, procuraba hacerlo como me gustaría que lo hagan conmigo si se trata de explicarme en qué consiste la física cuántica: cual Coquito! Por otro lado, alguna vez una señora a quien admiro y respeto mucho, me preguntó qué le hacía falta a los abogados y le dije que nos hacía falta dejar de sentirnos indispensables y empezar a involucrar a nuestros clientes en la resolución de sus problemas legales a través de explicaciones sencillas que les permitan tomar decisiones en el proceso y no confiaran (como Gloria Trevi) con los ojos cerrados, el futuro de sus inversiones, relaciones de familia, etc. a una tercera persona.

Hago esta introducción pues hasta hace unos días, mi dilema existencial ha sido como “empezar a escribir” mi tesis para obtener el grado de máster, el tema elegido guarda mucha relación  con el mantener las cosas sencillas, ser creativos e innovadores a la hora de resolver problemas y de que manera el Estado nos apoya en esa “lucha”; sin embargo, el llamado “rigor académico” o “rigor científico” (recuerda! más rebuscado… más impacto tiene!) me paralizaron durante muchos días hasta que decidí darles un beso y abrazo de buenas noches y comenzar a fluir… Veamos como concluye este experimento!

Para “medir” mis avances, comenzaré a postear las ideas fuerza sobre en qué consiste un emprendimiento, cuáles son los tipos de emprendimientos identificados, de esa clasificación, cuáles son los que generan mayor impacto en la economía de un país y qué nos está faltando a los emprendedores peruanos para que nuestra economía se convierta en una economía basada en la innovación. Si te gustaría que profundice sobre algún tema en particular, bienvenidas las sugerencias!

Un abrazo!

Mariana