Esta entrada va dedicada a mi querido Carlos Eduardo, lo
prometido es deuda!
Cuándo escuchas la palabra “abogado” o “abogada”, qué viene a
tu mente en ese momento? En mi caso, recuerdo a mi papá trabajando los fines de
semana, dictándole a su secretaria (qué abusivo!) informes interminables con
términos dificilísimos de entender y tenía la impresión que mientras más
palabras rebuscadas usara, más impacto tendría ese informe. Contrario a lo que
puedas pensar de un estudiante de derecho, a mi no me gustaba “florear” o
“llenar” mis exámenes con explicaciones fuera de contexto, de esas que se usan
cuando no sabes la respuesta a la pregunta del examen, pero igual necesitabas
demostrarle al profe que algo habías estudiado.
Por esa razón, durante los años que ejercí como abogada, me
propuse utilizar un lenguaje sencillo en todos mis “escritos” y, cuando me tocó
asesorar, procuraba hacerlo como me gustaría que lo hagan conmigo si se trata
de explicarme en qué consiste la física cuántica: cual Coquito! Por otro lado,
alguna vez una señora a quien admiro y respeto mucho, me preguntó qué le hacía
falta a los abogados y le dije que nos hacía falta dejar de sentirnos
indispensables y empezar a involucrar a nuestros clientes en la resolución de
sus problemas legales a través de explicaciones sencillas que les permitan
tomar decisiones en el proceso y no confiaran (como Gloria Trevi) con los ojos
cerrados, el futuro de sus inversiones, relaciones de familia, etc. a una
tercera persona.
Hago esta introducción pues hasta hace unos días, mi dilema
existencial ha sido como “empezar a escribir” mi tesis para obtener el grado de
máster, el tema elegido guarda mucha relación
con el mantener las cosas sencillas, ser creativos e innovadores a la
hora de resolver problemas y de que manera el Estado nos apoya en esa “lucha”;
sin embargo, el llamado “rigor académico” o “rigor científico” (recuerda! más
rebuscado… más impacto tiene!) me paralizaron durante muchos días hasta que
decidí darles un beso y abrazo de buenas noches y comenzar a fluir… Veamos como
concluye este experimento!
Para “medir” mis avances, comenzaré a postear las ideas
fuerza sobre en qué consiste un emprendimiento, cuáles son los tipos de
emprendimientos identificados, de esa clasificación, cuáles son los que generan
mayor impacto en la economía de un país y qué nos está faltando a los
emprendedores peruanos para que nuestra economía se convierta en una economía
basada en la innovación. Si te gustaría que profundice sobre algún tema en
particular, bienvenidas las sugerencias!
Un abrazo!